domingo, 4 de abril de 2010

LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO.

MORIN, EDGAR.
El autor divide su obra en siete capítulos los cuales describiré a continuación:
LAS CEGUERAS DEL CONOCIMIENTO: EL ERROR Y LA ILUSIÓN.
Todo conocimiento conlleva el riesgo del error y de la ilusión. Estas dos cuestiones parasitan la mente del ser humano desde la aparición del homo sapiens. La educación debe mostrar que no hay conocimiento que no este amenazado por el error y por la ilusión. Un conocimiento no es el espejo de las cosas o del mundo exterior, el conocimiento en forma de palabra, de idea, de teoría, es el fruto de una traducción/reconstrucción mediada por el lenguaje y el pensamiento y por ende conoce el riesgo del error.
Las proyecciones de nuestros deseos o de nuestros miedos, las perturbaciones mentales que aportan nuestras emociones multiplican los riesgos de error. Existe en cada mente una posibilidad de mentira a si mismo que es fuente permanente de error y de ilusión.
LOS PRINCIPIOS DE UN CONOCIMIENTO PERTINENTE.
El conocimiento del mundo se vuelve una necesidad intelectual y vital al mismo tiempo. Es el problema universal para todo ciudadano del nuevo milenio. Tenemos que ubicar las informaciones y los elementos en su contexto para que adquieran sentido. Lo global es más que el contexto, es el conjunto que contiene partes diversas ligadas de manera inter-retroactivas u organizacional. Las unidades complejas como lo es el ser humano o la sociedad en sí, son multidimensionales; el ser humano es a la vez biológico, síquico, social, afectivo, racional.
El conocimiento pertinente debe reconocer esta multidimensionalidad e insertar allí sus informaciones. El conocimiento pertinente debe enfrentar la complejidad. La educación debe promover una apta para referirse de manera multidimensional, a lo complejo, al contexto en una concepción global.
ENSEÑAR LA CONDICIÓN HUMANA.
La educación el futuro deberá ser una enseñanza primaria y universal centrada en la condición humana. Conocer lo humano es situarlo en el universo y a la vez separarlo de él. Somos a la vez seres cósmicos y terrestres. La importancia de la hominización es capital para la educación de la condición humana porque ella nos muestra como animalidad y humanidad constituyen juntas nuestra humana condición. La hominización desemboca en un nuevo comienzo; el hombre tiene doble principio: 1) un principio biofísico y 2) un principio sico-socio-cultural, ambos principios se remiten el uno al otro.
ENSEÑAR LA IDENTIDAD TERRENAL.
La mundialización significa como lo dijo el geógrafo Jacques Lévy: “El surgimiento de un objeto nuevo: el mundo como tal”. Uno de los obstáculos que presenta el conocer nuestro Mundo es el modo de pensamiento, que ha disminuido en nosotros, en vez de desarrollarla, la aptitud de contextualizar y globalizar, mientras que la exigencia de la era planetaria es pensar la globalidad, la relación todo-partes, su complejidad.
En el siglo XX pareció dar razón a la fórmula atroz la cual la evolución humana es un crecimiento del poder de la muerte. Ésta introducida también nos da dos nuevas potencias de muerte, 1) es la de la posibilidad de la muerte global de toda la humanidad a causa del arma nuclear. 2) es la de de la posibilidad de la muerte ecológica.
La unión planetaria es la exigencia racional mínima de un mundo limitado e interdependiente. Necesita de una conciencia y de un sentido de pertenencia mutuo que nos ligue a nuestra Tierra considerada como primera y última Patria.
ENFRENTAR LAS INCERTIDUMBRES.
Las civilizaciones tradicionales vivan con la certeza de un tiempo cíclico cuyo funcionamiento debía asegurarse por medio de sacrificios, a veces humanos. La civilización moderna ha vivido con la certeza del progreso histórico. El surgimiento de lo nuevo no se puede predecir, sino no sería nuevo. El surgimiento de una creación no se puede conocer por anticipación, sino no habría creación. Toda evolución es el logro de una desviación cuyo desarrollo transforma el sistema donde ella misma ha nacido. Las grandes transformaciones son morfogénesis, creadoras de formas nuevas que pueden constituir verdaderas metamorfosis.
Las ideas y teorías no reflejan sino que traducen la realidad, la cual puede traducir de manera errónea. Nuestra realidad no es otra que nuestra idea de la realidad. La ecología de la acción es tener en cuenta su propia complejidad, riesgo, azar, iniciativa, decisión, inesperado, imprevisto, conciencia de desviaciones y transformaciones.
ENSEÑAR LA COMPRENSIÓN.
La comprensión se ha vuelto crucial para los humanos, no puede digitarse. Educar para comprender las matemáticas o cualquier otra disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra. El egocentrismo se amplia con el abandono de la disciplina y las obligaciones que anteriormente hacían renunciar a los deseos individuales cuando se oponían a los de parientes o cónyuges.
La ética de la comprensión es una arte de vivir que nos pide comprender de manera desinteresada. Pide un gran esfuerzo ya que no puede esperar ninguna reciprocidad. La ética de la comprensión pide argumentar y refutar en vez de excomulgar y anatematizar. No es ninguna excusa ni acusa. La comprensión hacia los demás necesita la conciencia de la complejidad humana.
Las culturas deben aprender las unas d las otras y la orgullosa cultura occidental que se estableció como cultura enseñante debe también volverse una cultura que aprenda. La comprensión es a la vez un medio y fin de la comunicación humana. El planeta necesita comprensiones mutuas en todos los sentidos.
LA ÉTICA DEL GÉNERO HUMANO.
El individuo y la sociedad existen mutuamente, la democracia permite la relación rica y compleja entre el individuo y la sociedad, donde los individuos y la sociedad pueden entre si ayudarse. La democracia se funda sobre el control del aparato del poder por los controlados y así reduce la esclavitud. Las sociedades democráticas se fundan gracias a las libertades individuales y a la responsabilidad de los individuos, las sociedades autoritarias o totalitarias colonizan los individuos que no son más que súbditos.
La democracia no se puede definir de manera simple. Supone y alimenta la diversidad de los intereses así como la diversidad de las ideas. Necesita tanto conflictos de ideas como de opiniones que le den vitalidad y productividad. Constituye un sistema político complejo en cuanto que vive de pluralidades, competencias y antagonismo permaneciendo como una comunidad.
Las democracias del siglo XX estarán cada vez más enfrentadas a un problema gigantesco que nació en el desarrollo de la enorme máquina donde ciencia, técnica y burocracia están íntimamente asociadas. Sin embargo podemos decir que lo que se necesita para la educación es una mejor preparación de los maestros.
MORIN, Edgar.
Los Siete Saberes Necesarios Para la Educación del Futuro
UNESCO

No hay comentarios:

Publicar un comentario